domingo, 21 de abril de 2013

~UnaTardeDeFinalesDeLaDríadaEnPetro~


Los ojos de Winni Tinuviel brillaban con la alegría de una travesura recién realizada, su esposa Erin Evergreen lo pudo ver desde el instante en que este entró a la sala.

Era una tarde de de finales de la dríada en Petro. Hacía calor  y siquiera la visita de su querido padrino había sido razón suficiente para que el remolón de Cathadryaril  no se acurrucara cual un gatito en el sofá para dormir su siesta.

Lerethian había llegado con  noticias; mañana regresarían de su último peregrinaje Camyl y Oddo. Winni había decidido que eso merecía ser festejado y había jalado a su mejor amigo a las calles de la ciudad en busca de “algo delicioso”.
Ahora regresaba, con un paquete en las manos y una sonrisa gamberra en el rostro.

-Es tarta de manzana y miel-dijo colocándola sobre la mesita ratona-La que a Cathadryaril le gusta

-Así es. Tiene un paladar muy refinado nuestro pequeño-admitió sonriendo entre divertida y enternecida Erin, mientras se acercaba a su durmiente hijo para depositar un suave beso en su cabello y acariciar dulcemente su mejilla-¿Y Lerethian?-apuntó después, aunque ya se sospechaba por donde podía ir la respuesta

Winni rió un momento pero antes de que pudiese decir nada una voz se hizo oír “¡Aquí!” y un mojadísimo Lerethian con cara de pocos amigos y muchas victimas miró a Erin desde el umbral de la puerta
-Dile a mi ahijado que le amo y lo siento, pero el cabrón de su padre se merecía la muerte
Entonces si, su marido lanzó una carcajada le besó fugazmente en la mejilla y salió huyendo divertido por la ventana del pateo mientras que un aun chorreante Lerethian abandonaba el portal de la casa para seguirle.

Era una tarde de finales de la dríada en Petro. Hacía calor, el cielo se estaba tornando en esas tonalidades anaranjadas previas al poniente y en el patio del frente de la casa de los Tinuviel-Evergreen Winni Tinuviel, sangre de uno de los mas nobles clanes de Galadsil por nacimiento (Quien una vez hubo dejado su tierra natal alegando que  a Lord Ancris “Ya le patinaban las neuronas”),pero cretino insufrible por mérito propio jalaba de las piernas de su mejor amigo arrastrándole por el césped con movimientos sinuosos mientras cantaba a voz en cuello algo que sonaba como una marcha militar elfica con la letra adulterada para que dijera algo así como de cuanto le gustaba a Lerethian bañarse en el bebedero de los cerdos
Este reía a carcajadas, los ojos cerrados, la cabeza echada hacia atrás y cuando Erin recargándose en el alféizar de la ventana sentenció con voz de fingida indignación
“Lerethian, infeliz ¿Qué haces con mi marido entre tus piernas?” con un movimiento cargado de exagerado dramatismo llevó una mano a su frente para responder “UFF no sería la primera vez….ni la última ¡Hazte a la idea cariño!”
Y Erin rió también. Rió porque la vida daba esas treguas de calma, algunas tardes de finales la dríada en Petro.
Rió porque era joven y valiente y tenía un hijo hermoso, un marido chiflado, unos amigos incondicionales y un futuro de sueños por los cuales luchar y seguir luchando.
Rió porque Erin Evergreen era feliz y estaba decidida a poner todo de su ser para transformar ese páramo de perdición en un sitio en que no hubiese nadie que no pudiese serlo también.



 Dríada del 394 DA. Petro, Infintria.





Lerethian Idraciel III, Camyl Idraciel, Oddo © Verónica Alonso
Elwincanor-Winni-Tinuviel IV, Erin Evergreen, Cathadryaril Tinuviel © Me
Tarta de manzanas y miel © Cathadryaril Tinuviel (¿?)
Petro, Galadsil y básicamente todo lo demás XD © Giovanni Tavaniello

2011

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